Derecho, Filosofía, historia, moralejas, economía, relatos, viajes, música, experiencias de vida, humor, datos de Valparaíso, Viña del Mar y Santiago (las ciudades que estoy la mayor parte del tiempo), literatura, arte, política, futbol, y otras cosas más. Principalmente compartir conocimientos y buenas vibras.....


"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber".... Albert Einstein

miércoles, 5 de febrero de 2014

LAS MIL Y UNA NOCHE DE LA TIA CARLINA



Todos en Santiago, y me atrevería decir que en todo Chile, han escuchado más de alguna vez hablar de la famosa “Tía Carlina”, no se tiene mucha información de ella, solo relatos de quienes conocieron su burdel y lo que se comentaba en la ciudad por aquel entonces.  ¿Quién fue esta enigmática mujer? elevada a la categoría de mito urbano e inspiradora de obras de teatro y revistas humorísticas.


Nacida hacia 1910-1911 en un pueblo de la provincia de Colchagua, Carlina Morales Padilla. Llegó a Santiago en su infancia, se cuenta que comenzó vendiendo pan amasado afuera de la Iglesia de Santo Domingo. Allí conoció la dura vida de la calle y, con el tiempo y su habilidad para los negocios, llegó a regentar el burdel más famoso del Santiago de las décadas del 50, 60 y parte de los 70.

El mítico burdel, ubicado en Vivaceta 1226 a mediados de los 50 era derechamente una casa de citas, pero con el tiempo,  La Tía Carlina supo innovar y mejorar su negocio trajo prostitutas desde Argentina, Panamá, Uruguay, Brasil, y por supuesto de Chile, con esto revolucionó el ambiente, formó mujeres dignas del mejor nivel. Eran mujeres preciosas, y eran ellas quienes elegían con quien estar.  Con el tiempo el lugar se convirtió en lugar de encuentro social y bohemio, que no solo ofrecía la compañía de bellas mujeres, sino también espectáculos de baile y transformismo.

La Tía Carlina, según se cuenta era una mujer, bella, elegante y de carácter fuerte. Tenía contactos con gente importante, era respetada y no dejaba entrar a cualquiera al local.  Siempre de gafas negras sentada detrás del Bar; casi siempre acompañada por su chico regalón, preocupada hasta el último detalle, porque el salón siempre estaba lleno de gente fina, intelectuales, políticos, deportistas, artistas y turistas.

También se dice que cuando la Tía Carlina aún no tenía patente siempre estaba el peligro de que llegaran los carabineros. Había un campanillero en la puerta que avisaba si veía el peligro, apenas sentían tintinear la campanilla se apagaban las luces y todos se tenían que esconder en unos pasadizos que mandó construir. Igual hubo veces que el campanillero no vio llegar a la policía y le sacaron partes al local. Aunque el mito dice que la Tía jamás pagó multa alguna, porque tenía buenos contactos, era cosa que fuera al barrio alto o hiciera una llamada telefónica y sus amigos jamás la dejarían de lado.

Fue en ese lugar que nació en los años 60, el famoso “Blue Ballet”, el primer espectáculo de travestis del país, el nombre era en honor al famoso “Ballet Azul” de la Universidad de Chile, que según se dice en el equipo no habría caído nada de bien el homenaje. El número artístico fue la sensación hasta que el empresario Tino Ortíz, dueño de la boite Manhattan de Arica contrató al “Blue Ballet” y junto a Ortíz el grupo realizó presentaciones por todo el país y el extranjero.

El negocio continuó con dificultades hasta caer en su decadencia, con la llegada de los militares al poder y el toque de queda, la Tía Carlina cerró las puertas de su burdel y nunca más se supo de ella, se retiró en el más absoluto silencio junto con toda la antigua bohemia santiaguina esa que nuestros abuelos y padres aún recuerdan con nostalgia y que difícilmente volverá.

3 comentarios:

  1. Conocí el lugar en tiempos de la UP.
    Fuimos con un grupo de amigos y recuerdo haber bailado con una vedette alta y con peinado cola de caballo.

    ResponderEliminar
  2. Excelente tu reportaje, muy detallado, .uy didactico, te felicitó por tu trabajó

    ResponderEliminar